Resolución de 13 de diciembre de 2022 sobre una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE: hacia unas zonas rurales más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas antes de 2040.
https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2022-0436_ES.html
Considerando que el artículo 174 del TFUE estipula que la Unión debe intentar reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones, prestando especial atención a ciertas regiones, en particular a las zonas rurales; que, para lograr un desarrollo sostenible, los territorios rurales deben recibir un apoyo financiero adecuado.
Considerando que el número de explotaciones agrícolas en la EU-27 disminuyó un 32 % entre 2003 y 2016, y que el mayor descenso se produjo entre las explotaciones pequeñas de menos de cinco hectáreas (38 %); que en 2016 había 10 500 000 explotaciones agrícolas en la Unión, en su mayor parte (92 %) explotaciones familiares; que, para 2040, la Unión podría perder 6 400 000 explotaciones más, con lo que el número de explotaciones agrarias restantes sería de 3 900 000 en toda la Unión, un tremendo descenso del 62 % con respecto a las cifras de 2016.
Considerando que en 2016, por cada agricultor menor de 35 años, había más de seis agricultores mayores de 65 años(22), lo que hace que el envejecimiento de los agricultores de la Unión sea uno de los mayores retos a los que se enfrentan las zonas rurales; que el porcentaje de agricultoras jóvenes es especialmente bajo.
Considerando que los grupos temáticos de la Red Europea de Desarrollo Rural han demostrado ser un instrumento eficaz para las asociaciones territoriales público-privadas; que estos grupos han logrado, además, proporcionar un foro único en el que abordar cuestiones relacionadas con la revitalización territorial, la innovación, los métodos de acción en la agricultura y el desarrollo rural desde la base e integrados, la gestión descentralizada, la integración en redes y la cooperación.
Subraya el papel central que desempeñan la agricultura, el sector agroalimentario y la silvicultura sostenible en las zonas rurales, al crear empleo y garantizar unos alimentos variados de alta calidad y biomasa producida de forma sostenible; insiste en que la agricultura sostenible desde un punto de vista social, medioambiental y económico, en particular la agroecología y la agricultura ecológica, que proporcione ingresos justos a los agricultores, es crucial para la vitalidad de estos territorios.
Llama la atención sobre el importante papel que desempeñan las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas y las explotaciones familiares en el mantenimiento de la población rural y la preservación de la gestión de la tierra y los paisajes, y defiende que deberían beneficiarse de ayudas para garantizar unas condiciones de vida adecuadas y mitigar el descenso del número de explotaciones; destaca que los agricultores de zonas remotas y rurales, en particular los pequeños agricultores, siguen sin tener un acceso suficiente a las tecnologías.
Insiste en que el método de desarrollo de la economía rural de la iniciativa LEADER, así como los instrumentos de financiación de desarrollo local participativo (DLP) se utilicen también para profundizar en el desarrollo de los pueblos inteligentes.