Lo que Botín no dice
Comentarios al discurso del Presidente del Banco de Santander
El señor Botín tiene muy clara su posición. Defiende sus intereses al tiempo que da lecciones para que sean seguidas por los gobernantes que eligen los pueblos y por los burócratas que han puesto aquellos para regir el Banco Central Europeo.
- Al señor Botín le parece que la cuestión prioritaria es resolver la crisis de la deuda soberana. Es decir, que se emplee la tijera a fondo con los gastos sociales en todos los terrenos. No le parece importante citar que posee más de 97 mil millones de euros en deuda pública (casi 42 mil millones en deuda española) que le suponen unos jugosísimos ingresos (no explicitados por separado en sus cuentas). Para que ellos cobren, se recortan la sanidad, la educación y el conjunto de los servicios públicos, además de aplicar recortes de los derechos laborales con las reformas que el propio Botín predica. Sólo se indigna si los recortes afectan a su banco, cuando se valora la deuda pública en su poder a precios de mercado. Parece que esos posibles quebrantos de su “sagrado mercado” no deben afectar a su entidad.
- Considera el señor Botín que las entidades financieras europeas no precisan de recapitalizaciones masivas. Perola Unión Europeales acaba de exigir al sector bancario una recapitalización de 106.000 millones de euros, de los cuales 26.000 corresponden a los cinco principales bancos españoles, más de 14.000 al banco que dirige el señor Botín. Es preciso decir que en 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010 el presidente del Banco Santander tampoco anticipó las necesidades de capital masivas que ya se han puesto de manifiesto. Se le olvida por tanto citar que, como profeta y analista del sector financiero, deja mucho que desear.
- Olvida el señor Botín que el sector bancario europeo subsiste gracias a la liquidez ilimitada que el Banco Central Europeo ofrece a las entidades (también a Santander aunque enmascare su dependencia de esa ventanilla en sus cuentas) o de programas de recompra pública de activos financieros ilíquidos —es decir, que no podrían vender si no se los compra el Estado— que han ayudado a entidades como su filial Banesto (1.300 millones de euros). Sin los 118.000 millones de euros de dinero público puesto a disposición de la banca española y las inmensas cantidades de dinero suministrado por el BCE, el sector financiero español (y el internacional) hubiera quebrado hace tiempo.
- Considera el señor Botín que la regulación que ya existe es suficiente y valora de forma positiva el resultado de los test de estrés realizados hace 3 meses… Causa rubor que pueda opinar de tal forma cuando, desde su publicación, en España se han tenido que intervenir entidades que habían aprobado dichas pruebas, Dexia (sobresaliente en los test) ha tenido que ser nacionalizada por Bélgica y Francia y se considera ya un hecho cierto que los tenedores de la deuda soberana griega tendrán que aceptar quitas superiores al 50%.
En resumen, el discurso de Botín ante el presidente dela Autoridad BancariaEuropea, el Comisario Joaquín Almunia y la vicepresidenta Salgado, deja claro que lo único que le preocupa es que el Estado le ayude a pagar sus deudas pero sin inmiscuirse en sus negocios. Quiere seguir teniendo el socorro público en forma de liquidez (sin citarlo en ningún momento), no considera que necesite más capital (cuanto más capital, menos beneficio porcentual) y, sobre todo, no quiere capital público en forma de acciones, que puedan decidir. Por el camino, irá arreglando sus problemas de solvencia utilizando artimañas contables consentidas por las entidades reguladoras mientras apuntala sus posiciones con la liquidez que le brindan el estado y el Banco Central Europeo. Ninguna empresa habría cerrado ni ninguna familia habría sido desahuciada de su vivienda si hubieran contado con financiación ilimitada de sus pérdidas por parte del Banco Central Europeo. Al final, dinero público para los banqueros a cambio de nada y recortes sociales para los trabajadores. Dos caras de la misma moneda.