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EVO, FROB y la subcomisión

José Santos Pulido Mancebo

El presidente de la comisión rectora del FROB, Fernando Restoy Lozano, en su reciente comparecencia en el Congreso ha dejado varios interrogantes en relación a la venta de una división de NCG Banco Gallego a un fondo de inversión de EE.UU.. Los diputados de la subcomisión correspondiente tendrían que hacer algo al respecto.

El pasado 10 de septiembre el presidente de la comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y a la vez subgobernador del Banco de España, compareció ante la subcomisión de Reestructuración Bancaria y Saneamiento Financiero del Congreso, para informar, se supone, de las actuaciones del FROB para solucionar la crisis del sistema financiero español.

Todo lo que figuraba en el informe podía ser conocido ya por sus señorías por lo publicado en los medios escritos e internet. Evidentemente, si esta información fuera suficiente poco habría que decir de la comparecencia, salvo que el subgobernador habría dado fe de lo ya conocido.

Como no se trata de extenderme sobre todo lo expuesto en la comparecencia me voy a centrar en un único tema, que precisamente se había publicado en un periódico digital el día anterior. Se trata de la venta por NCG Banco de una división suya, EVO Banco, a un fondo de inversión denominado Apollo, originario de EEUU.

En la información se recogían los datos básicos de la división a saber: 80 oficinas, 615 empleados, 702 millones de euros de créditos y préstamos con morosidad casi nula, y pasivos por 1.603 millones. También se decía que NCG Banco había percibido por la venta 60 millones de euros, el equivalente al 55% de su valor contable. Por último, y como colofón, destacaba que EVO había perdido el año pasado 400 millones de euros. Esta cifra es con seguridad errónea y de hecho otras informaciones la reducen a 40 millones.

Lo interesante de asunto es que el FROB ha dicho a bombo y platillo que por primera vez se vende un banco nacionalizado por más de un euro. Efectivamente ha sido así, pero haciendo algunos cálculos se puede argumentar que la operación ha sido un regalo a Apollo.

Si dividimos los 40 millones entre las 80 sucursales resulta una pérdida por sucursal de 500.000 euros. Esta cifra ahora parece ridícula, pero teniendo en cuenta el número de empleados, los riesgos y los acreedores de EVO, las pérdidas en el peor de los casos deberían estar en torno a los 5 millones de euros.

¿De dónde viene por tanto la diferencia de 35 millones? Muy sencillo: de la intensa campaña de publicidad que el banco ha hecho para potenciar la marca EVO, que cualquier persona ha podido ver en televisión, y que ha conseguido que el banco alcance los 250.000 clientes, 100.000 más que hace un año.

Resulta entonces que Apollo no solo se ha beneficiado de los 49 millones de euros de regalo, el 45% del valor contable, sino además de 35 millones de inversión en publicidad, a la que como nuevo propietario va a sacar partido; en total 94 millones.

Pero, además, Apollo obtiene otras grandes ventajas:

a) Consigue una “ficha bancaria” sin tener que invertir los 17 millones de euros de capital inicial mínimo, ni dedicarle prácticamente tiempo ni esfuerzos

b) Obtiene liquidez por 950 millones de euros, que puede destinar a créditos a tipos de interés elevados

c) Se encuentra ya con una plantilla formada en la que sin duda hará alguna poda

Dicho lo anterior, el 12 de septiembre, otro medio publicó que Apollo iba a reforzar los recursos del banco con 200 millones de euros, que se comprometía a mantenerse como accionista durante cinco años, que mantendría la plantilla actual y que suscribiría un contrato de apoyo tecnológico con NCG Banco Gallego.

Sin embargo, las medidas anteriores que se venden como concesiones obtenidas por el Banco de España/FROB son decisiones ineludibles para el comprador si quiere revalorizar su inversión y contener sus gastos. Por ejemplo, si no aporta capital no podrá crecer, ya que los 109 millones de euros de recursos propios con los que nace el banco están ya comprometidos con su balance actual. En cuanto a los cinco años de mantenimiento de la inversión, éste es un periodo de tiempo que no desentona con el habitual en casos similares.

Las preguntas que me surgen son: ¿cuáles han sido los motivos por los que la comisión rectora del FROB ha tomado una medida tan beneficiosa para unos empresarios extranjeros? ¿No había otras alternativas? ¿Se han explorado otras posibilidades distintas, incluso entre inversores foráneos, mejores para NCG? De esto debería haber informado el subgobernador en el Congreso y no haber resuelto el tema con un simple párrafo de su exposición.

Pero, ¿Y por parte de sus señorías? ¿No tendrían que haber exigido al ponente más información? Más aun ¿Están a tiempo de pedir explicaciones antes de que el Banco de España otorgue la nueva ‘ficha bancaria’? Sería bueno ver cómo reaccionan sus señorías, de unos y otros partidos, si leen este u otros artículos similares.

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