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La parte contratante: la subasta de Novagalicia, historia de un despropósito

Eduardo Segovia/elconfidencial.com

 novagaliciapreferentes«La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte». Esta mítica frase de los Hermanos Marx es casi la única que falta en las condiciones de la subasta de Novagalicia resuelta esta semana a favor del venezolano Banesco, la más chapucera de las privatizaciones de entidades financieras desde la antológica de CCM en 2009, antes de la creación del FROB. Ha sido todo un dechado de complejidad, agravios comparativos, aplazamientos, cambios constantes de condiciones… Todos los candidatos han puesto verde al fondo de rescate antes de saber quién iba a ganar, los medios internacionales han criticado duramente a España y hasta el fondo JC Flowers ha anunciado la presentación de una demanda.

Hay que matizar que el FROB no tiene toda la culpa, porque muchas de las críticas se refieren a competencias de Economía, el Banco de España e incluso Hacienda. Y también que ha publicado un informe en el que explica el procedimiento para la venta, en un ejercicio de transparencia sin precedentes, aunque sin revelar prácticamente ningún detalle interesante y sin incluir nombres ni ofertas concretas. Y además, este documento no hace sino confirmar las críticas recibidas.

– ¿Por qué vender ahora?

«Si ya has inyectado 9.000 millones porque consideras que es una entidad viable y venderla ahora sólo te va a reportar 1.000, casi es mejor esperar a ver si en el futuro puedes conseguir más», opina un experto en el sector financiero. España tenía de plazo hasta 2017 para privatizar NCG Banco. El FROB se escuda en el famoso informe de McKinsey -que hasta ahora no habían revelado oficialmente ni Economía ni el FROB- que asegura que esperar podría erosionar significativamente el valor de la entidad y que, cuanto antes se vendiera, más se podría sacar por ella.

Pero, si se ha saneado el balance de la entidad, si se han traspasado los activos tóxicos a Sareb, si la entidad ha vuelto a beneficios, si Economía reconoce que José María Castellano estaba haciendo un buen trabajo y si las previsiones son que comience por fin la recuperación económica en España, Galicia incluida… ¿No ha cambiado la situación? Es más, las autoridades se contradicen a sí mismas puesto que la teoría de McKinsey no es aplicable a Bankia, de ahí que hayan rechazado sacar a bolsa un primer 20% del capital… porque esperan conseguir un mejor precio en el futuro, como ha informado El Confidencial. Hasta el New York Times ha criticado las prisas de Luis de Guindos por vender la entidad gallega.

– Asesores a gogó

Una vez tomada la cuestionable decisión de vender, que no falten asesores. Dos bancos de inversión -BNP Paribas, el encargado de la venta, y Nomura, coautor del informe de McKinsey-, dos consultoras -la citada McKinsey y PwC, responsable de la due diligence de la entidad- y una auditora -Mazars, para elaborar un informe independiente de pérdida esperada ante las presiones de los compradores-. Ha faltado sólo un asesor de comunicación. El informe no incluye los honorarios percibidos por todos ellos.

– Retrasos eternos

La intención inicial del FROB, una vez tomada la decisión de vender las entidades nacionalizadas cuanto antes, era colocar NCG antes del verano y después (antes de fin de año en todo caso) Catalunya Banc. Ya en julio, el FROB dijo públicamente que el objetivo era cerrar la venta de la entidad gallega en octubre. Finalmente, se ha vendido el 18 de diciembre. Por el camino, primero contactos informales, luego el virtual data room (acceso a las tripas de la entidad), más tarde consultas a los candidatos sobre las condiciones en que estaban dispuestos a quedarse con la entidad, el examen de idoneidad del Banco de España, presiones políticas por todos lados, campañas mediáticas desde la Xunta de Galicia en contra de La Caixa, protestas de los fondos en Bruselas por la discriminación del FROB…  hasta que por fin, el 19 de noviembre empieza formalmente el proceso de venta con una carta, que luego tiene además dos adendas: la primera aplaza la presentación de ofertas vinculantes del 13 al 16 de diciembre, y la segunda, remitida el 12 de diciembre, cambia la forma de presentar las ofertas.

– El 51%, el 100%, el 88,3%…

No sólo las fechas han ido cambiando, sino también el porcentaje del capital de NCG que se iba a vender. Cuando Guggenheim, apadrinado por Castellano, ofreció al FROB quedarse con la entidad sin subasta, planteó comprar el 51% y dejar al FROB y al Fondo de Garantía de Depósitos con el 49% restante. La jugada era sacar la entidad a bolsa en un futuro y que el Estado participara en el upside, es decir, que pudiera incrementar sus ganancias en esta segunda operación. Como se ve, Guggenheim no compartía la teoría de McKinsey. El fondo que dirige José María Carrascosa le contestó que no en verano -pese a que por esas fechas Sareb utilizaba esa fórmula para realizar su primera gran venta, e incluso financiaba la compra del 51%- y estableció que había que pujar por el 100%.

Pero, posteriormente, volvió a cambiar de opinión y rebajó el porcentaje al 88,3% en la fase de ofertas vinculantes para dejar fuera a los tenedores de preferentes que no habían recibido liquidez del FGD (institucionales y minoristas que rechazaron el canje). Se trataba de evitar posibles demandas de minoritarios como las presentadas en el caso de Banco Gallego. Aunque la Ley «habilitaría al FROB a ordenar la venta de las acciones en manos de los accionistas minoritarios, se ha optado por no contemplar esa opción», asegura el fondo sin más explicaciones. Ahora Banesco tendrá que decidir qué hace con estos accionistas, que esperan una oferta por sus acciones al mismo precio (squeeze out).

– Los agravios comparativos

Lo que más ampollas ha levantado en la subasta son las diferencias de trato entre unos candidatos y otros. Mientras los bancos españoles no tenían que poner nada, a los fondos se les exigía un depósito del 3% de los APR (activos ponderados por riesgo) de la entidad, unos 800 millones, para cubrir posibles déficits de capital en el futuro. Estos, lógicamente, se rebelaban hablando de agravio comparativo y de trabas al capital extranjero, e incluso protestaban ante Bruselas, pero ni siquiera conseguían que esos 800 millones computaran como parte del precio. Si hubieran contado, el resultado de la subasta habría sido otro. De ahí que JC Flowers haya anunciado una demanda contra el FROB. Éste se defiende con que la idoneidad la decide el Banco de España.

Leído en elconfidencial.com

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