La Plataforma por una Banca Pública rechaza el proyecto de Ley de funcionamiento de las cajas de ahorro y de las fundaciones bancarias
Madrid, septiembre de 2013. La Plataforma por la Nacionalización de las Cajas y por una Banca Pública rechaza el proyecto de Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias presentado por el Gobierno porque supone la liquidación definitiva de las cajas de ahorro. En su opinión, estas entidades “quedarán relegadas a un papel insignificante y su negocio bancario en manos privadas, tras ser saneadas con dinero público. El argumento del que parte la Ley, de que las cajas son las responsables de la grave crisis financiera española, es falso. La situación de bancos y cajas es sustancialmente la misma: todos estarían en quiebra si no fuera por las ayudas públicas”.
En este sentido, la plataforma ha elaborado un propuesta alternativa que ha remitido a todos los grupos con representación parlamentaria pidiéndoles que rechacen la Ley y presenten una enmienda a la totalidad.
Según la plataforma, “Las cajas no han funcionado peor que los bancos. En todo caso, sus problemas son la consecuencia de haber actuado más como bancos privados en lugar de hacerlo como una banca social. Pero se las ha convertido en cabeza de turco, destruyendo por el camino la Obra Social, para ocultar el problema global de todo el sector financiero y facilitar el saneamiento del mismo a costa del erario público. Se salva a los banqueros, que no a los bancos, mientras se recortan la sanidad, la educación, la investigación y el conjunto del gasto social”.
La organización denuncia “esta farsa” y defiende que “las enormes ayudas públicas recibidas por el sector bancario deben conllevar su nacionalización y su paso a manos públicas para que puedan ser gestionadas democráticamente y con una finalidad social. Sólo así se podrá sanear el sector a costa de sus principales responsables y poner los ahorros de la sociedad al servicio de la mayoría, del desarrollo económico y del pleno empleo, y no al servicio de una minoría de grandes inversores a los que sólo guía la ley de su máximo beneficio”. “Transformar en público el sector bancario –continúa diciendo– es esencial para una alternativa capaz de detener los recortes y poner en marcha un proyecto distinto de desarrollo económico que garantice el pleno empleo, en condiciones dignas, con servicios públicos adecuados y el derecho a una vivienda digna para todas las personas”.