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Comisiones bancarias y banca pública

José Santos Pulido

comisionesEl reciente incremento de las comisiones por parte de una entidad bancaria de ámbito estatal sugiere la necesidad ineludible de tomar medidas al respecto. Éstas podían ser la identificación de clientes vulnerables, el establecimiento de comisiones máximas, y la creación de una Banca Pública. He conocido a través de un periódico digital que a partir del 21 de junio, en el marco de una campaña comercial llamada “bankia sin comisiones”, Bankia ha empezado a cobrar comisiones a clientes a los que antes no cobraba. Teniendo en cuenta que, como se nos recuerda en la Orden del Ministerio de Hacienda 2899/2011 de 28 de octubre, “las comisiones percibidas por servicios prestados por las entidades de crédito serán las que se fijen libremente entre dichas entidades y los clientes”, la única posibilidad que le queda al cliente es cambiar de entidad financiera.

Sin embargo, es bien cierto que las grandes entidades bancarias han organizado una suerte de juego de la pídola, para, de acuerdo con la política comercial que quieran desarrollar, ir aumentando una detrás de otra las comisiones a sus clientes. Esto es consecuencia del incipiente oligopolio financiero al que estamos sometidos, igualmente que el eléctrico y el de los hidrocarburos ya consolidados. En efecto, aun cuando en España existen ahora 72 bancos, 52 cooperativas de crédito e incontables sucursales de bancos extranjeros, es bien cierto que el mercado está dominado por nueve grandes grupos o entidades, entre los que destacan el Banco de Santander, el BBVA y laCaixa, que son los que en dicho en lenguaje vulgar “manejan el cotarro”. Como en el caso de los oligopolios ya asentados, las autoridades de la competencia, en este caso este papel le corresponde al Banco de España, son incapaces de evitar estas prácticas, que, como no podía ser menos, afectan más a las personas más desfavorecidas. ¿Cuál puede ser la solución distinta a aguantarse? A mí se me ocurren dos soluciones que se pueden calificar como paliativas y otra definitiva. La primera, el establecimiento de unas tarifas de especiales para el colectivo de ciudadanos más vulnerables, pensionistas con pensiones bajas por ejemplo. Y la segunda, que el Banco de España fije unas comisiones máximas, que sabemos se acabarían siendo únicas, para las operaciones más comunes. Dejo para el final dejo la que para mí sería la solución definitiva: la creación de una Banca Pública abierta a todos los ciudadanos y PYME que actúe como banco de referencia, lo que supone además la aplicación generalizada de lo planteado en el párrafo precedente. Como siempre solo con la apelación firme de los ciudadanos a los poderes políticos se podría alcanzar dicha meta.

Fuente: http://www.sistemadigital.org/(X(1)A(CVti7gDhzgEkAAAANGVkYmM4OWItNzIxOS00YTQwLTg4ZDctMTYwNzgyZjkyMTYzBPTADtgEZvOchGIUzEGoqbzTO9yLs_L1lS1YAmPrC9U1))/?AspxAutoDetectCookieSupport=1

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