Articulos

¿Se atreverá Deloitte?

Carlos Sánchez Mato/ Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorro

Es la pregunta del millón… ¿Será capaz Deloitte de oponerse a las cuentas anuales formuladas por el Consejo de Administración del Banco Financiero y de Ahorros?. Es evidente que se trata de un verdadero papelón para el responsable de haber aprobado sin salvedad alguna los estados financieros de 2010 y el folleto de la salida a Bolsa de su filial Bankia.

Como sabe perfectamente la firma auditora, la matriz de Bankia se ha convertido en una inmobiliaria monstruosa: sus activos potencialmente problemáticos procedentes del sector promotor e inmobiliario al cierre del ejercicio 2011 ascendían a casi 32 mil millones de euros, y de ellos, casi 18 mil millones estaban considerados dudosos o subestándar. Además posee en su balance casi 14 mil millones de euros en inmuebles adjudicados por impago de créditos. Pero su problema no se limita a su morosidad inmobiliaria ya que el futuro a corto y medio plazo no es nada halagüeño con un negocio cada vez más limitado ante una crisis galopante que le supone soportar crecimientos de morosidad que siguen sin estar reflejados en toda su magnitud en la contabilidad de la sociedad.

Como también sabe Deloitte, el Banco Financiero y de Ahorros en sus cuentas individuales presenta 656 millones de euros de pérdidas antes de impuestos. Evidencia esta realidad su absoluta incapacidad para afrontar los intereses correspondientes a las participaciones preferentes convertibles suscritas por el FROB. Esta sociedad pública debiera haber tomado la decisión de convertir en acciones estos instrumentos de deuda y actuar de manera firme en defensa de los intereses de los ciudadanos pero el Gobierno sigue sin actuar.

Tal y como conoce perfectamente Deloitte, el Banco Financiero y de Ahorros en sus cuentas individuales no refleja la pérdida de valor de su filial Bankia (10 mil millones de euros) con respecto al valor que tiene reflejado en su contabilidad. Eso empeora hasta tal punto la situación de BFA que si reflejara en libros el valor que las acciones tienen en el mercado bursátil, su patrimonio neto sería negativo y estaría en causa de disolución. Con todos estos ingredientes es evidente que la firma auditora tendría que asumir su responsabilidad y no aprobar las cuentas anuales del Banco Financiero y de Ahorros. Actuar en otro sentido supondría certificar unas cuentas en las que se disimula con muy poco éxito un descomunal agujero patrimonial.

Más pronto que tarde tendrán que dar cuenta del quebranto causado sus negligentes directivos con Rodrigo Rato a la cabeza y las entidades supervisoras (Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores) que no han cumplido con su labor de velar por ahorradores e inversores.  En manos de Deloitte está separar su actuación de la de los anteriores … ¿Se atreverá …?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*